Sekuelas

Tenía yo cerka de siete u ocho años kuando sucedió. Estábamos de visita en kasa de mi abuela mi madre y yo komo era kostumbre.

Una prima ke es tres años mayor ke yo estaba de visita, en akellos tiempos de inocencia dormiamos juntos en la misma kama en la habitación de mi tía. Entrada la madrugada, una maldita pesadilla:

Mi prima y yo jugábamos en la sala ke se lokalizaba inmediatamente al abrir la puerta de entrada, en una mesa de esas ke se kolokan al lado de los sillones se enkontraba una mujer de madera ke tenía a un lado una especie de pez ke media un poko más ke sus piernas.

De pronto, la mona de madera kobra vida y komienza a moverse extrañamente para nosotros ke aterrados por tal eventualidad nos enkontrabamos torpes de movimiento por la parálisis muskular ke provokó. Komo pudimos trepamos los tres peldaños hacia el pasillos ke kruza toda la kasa y esperando llegar a la habitación del fondo donde estaban mi madre y mi tía. Corrimos tan rápido komo pudimos, la habitación kada vez más cerkana, se percibía un ambiente oskuro y el resplandor de la luz saliendo de la puerta abierta de la habitación se hacía más grande e intenso mientras más nos acerkábamos. Al momento ke toké el marko de la puerta dispuesto a entrar, la mona de madera lanza una especie de hechizo o algo justo antes de poder entrar a la habitación.

En ése momento fue ke desperté bañado en sudor frío y realmente aterrado. Volteé a donde mi prima y ella estaba temblando kon el cabello mojado. Decidí intentar dormir un poko pero el miedo lo impedía.

Al salir el sol nos despertamos, extrañados, raros. Le platiké mi sueño antes de levantarnos de la kama y un eskalofrío en toda la espina dorsal se hizo presente al eskuchar a mi prima decir ke tuvo la misma pesadilla. Ese día decidimos no jugar en la sala.

Nunka lo komentamos a nadie. Y fueron años konsekuentes de miedo. Justo al akostarme después de apagar la luz kuando el silencio era especialmente espektral, mi korazón me hacía malas pasadas. Kada latido retumbaba extraordinariamente fuerte, lo ke me hacía alucinar ke kada latido era un paso de la maldita mona de madera ke kaminaba por las kalles desiertas y oskuras buskándome, kasi podía visualizarla vagando por ahí.

Y así pasó el tiempo. Por azares del destino, nos mudamos a kasa de mi abuela desde hace diez años, al principio me kostaba pasar por la sala (bn traumas)...

Ayer en la noche después de tantos años de trankilidad, volví a soñar kon la mona maldita. Y aunke me aterró en mi sueño, ya no surte el mismo efekto al despertar...